ESPÍRITU DE AMOR

ESPÍRITU DE AMOR

DULCE ESPÍRITU DEL ALMA

DULCE ESPÍRITU DEL ALMA

DON DE SABIDURÍA

DON DE SABIDURÍA

DON DE ENTENDIMIENTO

DON DE ENTENDIMIENTO

DON DE TEMOR

DON DE TEMOR

martes, 28 de septiembre de 2010

ESPIRITU SANTO CREO EN TI


Espíritu Santo, creo en Ti,

¡Auxíliame! para que Tu gracia penetre los íntimos rincones de mi ser.

¡Ven y renuévame! hazme creatura nueva para caminar hacia lo eterno,

que no marque mi camino el paso tortuoso de lo mundano

ni me hieran las burlas del hermano.



¡Ven y renuévame por dentro, Espíritu de Vida!


Haz mi corazón tan humano que la fe sea el agua que le dé vida,

la esperanza sea el alimento y la caridad el sostén.



¡Espíritu Santo, renuévame!


Quita de mí el orgullo, la impaciencia y la indiferencia.



¡Auxíliame, ven y haz morada en mí!.


Amén.

domingo, 23 de mayo de 2010

LLAMA DE AMOR VIVA -SAN JUAN DE LA CRUZ

"VEN ESPIRITU SANTO. AMEN"





Oración para pedir los dones y frutos del Espíritu Santo

El Espíritu Santo con concederá sus dones y frutos si se los pedimos.


Oración para pedir los dones y frutos
del Espíritu Santo

ORACIÓN PARA PEDIR LOS DONES

Ven, Espíritu Creador, visita
las almas de los fieles; e inunda con tu gracia
los corazones que Tú creaste.

Espíritu de Sabiduría, que conoces mis
pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y
malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y
lo malo para detestarlo sinceramente.

Intensifica mi vida interior, por el
don de Entendimiento.

Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por el
don de Consejo.

Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el don de Fortaleza.

Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el don de Ciencia.

Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la
vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial,
por el don de Piedad.

Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el
sendero del bien, guiado por el don del santo Temor
de Dios; que tema el pecado más que ningún otro
mal; que prefiera perderlo todo antes que tu gracia; y
que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú
serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas
“toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni
dolor alguno, sino eterna felicidad. Así sea.


ORACIÓN PARA PEDIR
LOS FRUTOS

Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes como Tú quieres que los
amemos.

Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de
los que viven en tu gracia.

Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar.

Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de
la
vida sin indagar el por qué de ellas y sin
quejarnos.

Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a
todos con benevolencia sincera y rostro sonriente, reflejo de tu
infinita suavidad.

Espíritu de Bondad, concédenos el desvivirnos por los
demás, y derramar a manos llenas, cuantas obras buenas nos
inspires.

Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y
flaquezas de los demás, como deseamos soporten las nuestras.

Espíritu
de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo
del Divino Corazón de Jesús, obra maestra de la creación.

Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe,
y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo,
e iluminados por tus santas inspiraciones.

Espíritu de Modestia, enséñanos
a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no
servir nunca de tentación a los demás.

Espíritu de Continencia,
haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos
en rechazar cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la
gracia.

Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos;
haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados; perseverantes en la
oración y amantes de Ti, oh Dios del Amor hermoso.
Así sea.

Fuente: Catholic.net


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domingo, 9 de mayo de 2010

ORACIÓN AL ESPIRITU SANTO


Oración de consagración al Espíritu Santo
Oh Espíritu Santo, Espíritu divino de luz y amor, te consagro mi intelecto, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser en tiempo y eternidad.

Que pueda mi intelecto ser siempre dócil a tus inspiraciones celestiales y a las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica de la cual Tú ere la guía infalible.

Que pueda mi corazón ser siempre inflamado con el amor de Dios y del prójimo; que pueda mi voluntar estar siempre en conformidad con la divina voluntad, y que pueda toda mi vida ser una imitación fiel de la vida y las virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a Quien, con el Padre y contigo Espíritu Santo, sea el honor y la gloria para siempre.
Amén.

Indulgencia de 300 días una vez por día, aplicable a las almas en Purgatorio.
Pío X – Esta consagración puede ser renovada al repetir solamente el primer parágrafo del formato.

ACTO DE CONSACRACIÓN AL ESPIRITU SANTO ( REZAR DIARIAMENTE)



De rodillas, ante la gran multitud de testigos celestiales me ofrezco, alma y cuerpo a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro la brillantez de tu pureza, la absoluta perfección de tu Justicia y el poder de tu amor.

Tu eres el Poder y la Luz de mi alma. En Ti yo vivo, me muevo y existo. Deseo que nunca te ofenda por infidelidad a la gracia y pido con todo mi corazón me mantengas libre aún del pecado más mínimo en contra tuya.

Misericordiosamente protege todo pensamiento mío y concede que yo siempre busque tu luz, y escuche tu voz, y siga tus inspiraciones llenas de gracia. Me aferro a Ti y te te pido por tu compasión que me protejas en mi debilidad. Sosteniendo los pies traspasados de Jesús y mirando a sus cinco heridas, confiando en su Preciosa Sangre y adorando su costado abierto y su corazón herido, yo te imploro adorable Espíritu ayudante de mi enfermedad, que me mantengas en tu gracia y que nunca peque en contra tuya.

Dame gracia Oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo para decirte siempre y en todas partes "Habla Señor, tu siervo está escuchando" Amen.

miércoles, 21 de abril de 2010

INSPIRACIONES DEL ESPÍRITU SANTO


Desde el Sagrado Corazón de Jesús.
Mi madre es la mujer especial de la cual habla Génesis 3:15, aquella con el poder de aplastar la cabeza de la serpiente, aquella cuya descendencia es la humilde, la líder opuesta al demonio y sus seguidores.

Desde el momento de la Encarnación, Ella se esposó con el Espíritu Santo, quien la colmó de dones y regalos nunca antes recibidos. Yo el hijo de Dios y el fruto del vientre bendito de María vine al mundo para hacer mi trabajo como Redentor de la humanidad. Por esta razón Ella fue llena de Gracia, exaltada y bendecida entre todas las mujeres.

Dichosos son aquellos que reciben el Espíritu Santo, como Isabel, ellos reconocen la dignidad de María. Sus espíritus se regocijan cuando entran en la Presencia de la Madre del Creador, la Reina del Cielo, la Hija perfecta de Dios el Padre, la esposa del Espíritu Santo.

Dios exalta a los humildes y aplasta a los orgullosos, María es la más humilde de todas las criaturas y por esta razón ha sido exaltada por su altísima dignidad, reconocida y concedida por La Santísima Trinidad.

Todo aquel que honra mi Madre, honra la Santísima Trinidad que ha honrado esta Santísima Virgen con tan exaltados ministerios. Mi Padre se regocija por ser el Creador de este templo de perfecciones en cuyo vientre destinó colocar su Santa Palabra en la persona de su único Hijo engendrado. Yo me regocijo como la Palabra de Dios que encontró una morada perfecta, en la cual tomé mi cuerpo y sangre, desde el comienzo destinado a ser la Salvación de los hombres. El Espíritu Santo se regocija por haber tenido esta unión hipostática entre Dios y la humanidad a través de la mas digna de todas las criaturas.

Isabel se preguntó, ¿Quién soy Yo, para que la Madre de Dios me honre con su visita?

Para la Gloria de Dios, mi madre visita a todos los hijos de Dios quienes en el orden de la Gracia son sus propios hijos. Ella es el dulce camino humilde que lleva las almas al conocimiento de su Salvador, toda alma para ella es como una flor que ella cuida y embellece en el Jardín de su Inmaculado Corazón. Su voz es dulce y solo aspira una cosa, darle Gloria a Dios por medio de la Gracia de que ha sido llena, sus palabras para cada alma son las mismas que se escucharon en el pasaje de las Bodas de Caná, “Hagan lo que Él les dice”

Por esta razón, todos aquellos que aceptan a mi Madre como su propia Madre y la reciben con cariño en su corazón y le dan alabanza a Dios con su devoción a Ella, son almas predestinadas, que disfrutan del mismo amor que Yo le tengo a mi Madre.
Autor: José de Jesus y María

viernes, 29 de enero de 2010

ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

Voy a revelaros un secreto de felicidad y santidad.

Si cada día, durante cinco minutos, sabéis hacer callar a vuestra imaginación, cerrar los ojos a las cosas sensibles y los oídos a las cosas de la tierra para entrar dentro de vosotros mismos, y allí, en el santuario de vuestra alma bautizada, que es el Templo del Espíritu Santo, hablad a ese divino Espíritu diciéndole:

¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma! Yo te adoro, ilumíname, guíame, consuélame, fortifycame, dime qué debo hacer, dame tus órdenes. Te prometo someterme a todo lo que quieras de mi y aceptar todo lo que permitas que me suceda; solamente te pido conocer tu voluntad.

Si hacéis esto, vuestra vida se deslizará serena y llena de consuelo, aún en medio de las penas, porque la gracia sera proporcionada a la prueba dándoos fuerza para soportarla, y llegaréis a las puertas del paraíso cargados de méritos. Esta sumisión al Espíritu Santo es el secreto de la Santidad.



Cardenal Mercier

miércoles, 27 de enero de 2010

ORACIÓN PARA NUESTRA SALVACIÓN


Lo primero y más importante que debemos tener en cuenta para nuestro vivir católico es la oración. Sin oración
estamos completamente perdidos. Tarde o temprano caeremos en las garras del mal
y nos perderemos eternamente.

Ya lo ha dicho San Alfonso María de Ligorio: “El que reza se salva y el que no reza se condena”. Y es una verdad
indiscutible.

Nos dice Santa Faustina Kowalska, apóstol de la Divina Misericordia: “A través de la oración el alma se arma para
enfrentar cualquier batalla. En cualquier condición en que se encuentre un
alma, debe orar. Tiene que rezar el alma pura y bella, porque de lo contrario
perdería su belleza; tiene que implorar el alma que tiende a la pureza, porque
de lo contrario no la alcanzaría; tiene que suplicar el alma recién convertida,
porque de lo contrario caería nuevamente; tiene que orar el alma pecadora,
sumergida en los pecados, para poder levantarse. Y no hay alma que no tenga
el deber de orar, porque toda gracia fluye por medio de la oración.” (Diario
#146)

Sin la oración, el alma va perdiendo fuerzas y se hace fácil presa del Maligno.

Dios se ha comprometido a dar al que le pide, pero si no le pedimos, no recibiremos. Si no buscamos, no
encontraremos. Si no llamamos, no nos abrirán.

Si actualmente no rezamos nada, es tiempo de que comencemos al menos con las tres avemarías diarias, que son prenda
de salvación eterna, como la misma Virgen lo ha prometido.

Con la oración recibimos fuerzas y gracias para enfrentar cualquier peligro y dificultad.

Es cierto que la oración más agradable al Señor es la realizada por un alma en gracia de Dios. Pero si
estamos en pecado grave también tenemos la obligación de rezar para que Dios nos
conceda la gracia de salir de ese miserable estado.
Supliquemos al Espíritu Santo, nos inspire deseos de orar suplicar y pedir perdón.
Seamos fieles y perseverantes con la gracia de Dios.