Espíritu que habitas en mí, no dejes que me adelante a
Tus Inspiraciones hazme prudente, humilde y servicial.
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Espíritu que trasformas el interior del hombre,
descubre la fealdad que, senos escapa al confesar, y muéstranos, nuestras
faltas y pecados, para arrepentirnos; y así crecer en Tu Gracia.
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Para poder hablar en Ti, pensar en Ti, y saber
discernir lo que deseas de nosotros.
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Dulce Espíritu, mira el Mundo en tinieblas, la
libertad no es libertad sino albedrío, la Naturaleza se estremece por tanta maldad en el Corazón
Humano.
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Santo Espíritu Renuévanos, libéranos, Perdónanos,
santifícanos.
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Llénanos de tus dones Espíritu Consolador, y
enciéndenos con el fuego de tu Amor.
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Espíritu amigo del Hombre, enséñanos a Amar,
condúcenos en Tu Amor, que todo lo Embellece, que te tratemos, y te
amemos, dulce huésped del Alma.
Santo Espíritu, regenera, y purifica los Corazones.
Ven a todas las Naciones, fortalécenos con tus Dones.
Divino Espíritu Santo, abrásanos con tu río de fuego y
Santifícanos.
Date a conocer amante Espíritu, no sigas a la sombra
en nuestra vida.
Reafírmanos con el sello de Tu Espíritu, no dejes
huérfano al Mundo.
Aparta de nuestras acciones la mano del maligno.
Que no se instale en nuestros sentidos.
Sólo Tú Huésped del Alma, Reine en nuestros
Corazones.
Mercedes Ramos Martímez.